Fecha: 29-09-2020
Un recorrido en BTT por el camino natural de La Safor.
El Camino Natural de La Safor, entre acequias y naranjos, se asienta sobre el antiguo trazado del ferrocarril Carcaixent-Dénia, considerado como el tren de vía estrecha más antiguo de la Península por comenzarse en 1864, época en la que el tranvía que cumplía servicio en aquel primer tramo funcionaba con tracción animal.
La ruta comienza en el pueblo de Gandía, junto al Parque de la Estación cercano a la oficina de turismo, donde se encuentra una antigua locomotora restaurada y expuesta como escultura. Tras cruzar la calle, detrás de la oficina de turismo, hay una amplia avenida peatonal delimitada con árboles a ambos lados, en la que se encuentran el carril bici y el Camino Natural.
Siguiendo este carril y tras cruzar la vía pública por un semáforo, un paso de cebra y un paso para el Camino Natural, se llega a un cruce, desde donde puede verse un muro de piedra con algunos grafitis, que conduce hasta un puente sobre el río Serpis, paralelo a otro a la izquierda por el que circulan vehículos a motor. Cruzado el puente aparece una rotonda en la que es necesario seguir recto, en dirección a un punto de venta de casas de madera, desde donde se coge el camino que lleva, sin desvío alguno, hasta Oliva.
Durante el siguiente tramo se ve la carretera que va hacia Bellreguard, desviándose poco a poco, a la derecha de la ruta. Durante el recorrido se suceden diferentes infraestructuras de riego para las parcelas de naranjos, como acequias y sifones.
Siguiendo el Camino se llega a un pequeño puente con barandilla metálica, que permite salvar la carretera que une la población de Bellreguard con las construcciones de su playa. En toda esta zona del Levante son típicas las urbanizaciones en primera línea de costa, con su correspondiente casco urbano tradicional en la zona de huertas.
La ruta continúa siguiendo un trazado recto y cómodo hasta alcanzar otro puente que cruza la acequia principal, que encauza las aguas del Serpis. En este punto es posible observar una densa vegetación de cañas (Arundo donax), que indica la presencia de agua abundante en el terreno.
A lo largo de la vía, antes de alcanzar el paso subterráneo que cruza la carretera hacia Piles, se encuentran algunos chopos (Populus sp.) de buen porte, que invitan a descansar bajo su sombra. Tras atravesar este paso es preciso seguir en línea recta hasta un punto donde una nueva chopera permite al viajero, una vez más, disfrutar de un fresco descanso.
El Camino prosigue y al poco tiempo se empieza a vislumbrar la población de Oliva, hasta donde se puede llegar cómodamente, paseando o en bicicleta, por la recta planicie que continúa hasta el final del Camino Natural.
Una vez en Oliva, y en el caso de que se disponga de tiempo libre, es posible continuar este paseo (aunque fuera ya del trazado del Camino Natural), hasta la playa de Oliva, en la que descansar, andar o darse un agradable baño en el cálido Mediterráneo. Por otra parte, si el interés del visitante se centra en el disfrute de la naturaleza y, concretamente, en la observación de aves, podrá dirigir sus pasos al cercano Parque Natural Marjal de Pego-Oliva.