Fecha: 28-10-2020
Menos espacio para más libertad
Tiny house es el nombre de una de las últimas revoluciones en el mundo de las viviendas. Estos mini hogares suponen un cambio radical en la forma de vivir para aquellos que deciden hacerse con una.
Una tiny house no es más que una casa pequeña. Sencillez, libertad y la vanguardia son algunos de los adjetivos que mejor definen a este tipo de viviendas.
Su origen viene de la arquitecta Sarah Susanka. Esta arquitecta desarrolló la idea not so big house y hace referencia al hecho de que, que algo no sea grande, no implica que sea pequeño. Susanka habla de que el tamaño de una casa depende de muchas circunstancias y al final tiene que ser el espacio suficiente para el día a día, sin necesidad de más.
Las ventajas. Evidentemente, puede ser algo que no se adapte a cualquier persona o núcleo familiar, ni a cualquier estilo de vida. Pero, una tiny house puede ser perfecta para aquellos que busquen:
Libertad. Vivir en una tiny house implica liberarse de ataduras físicas y económicas. Por lo tanto, se convierte en una opción única para aquellas personas con un espíritu viajero y aventurero.
Sostenibilidad. Esta es una de las características destacadas de estas mini casas. Pueden ser 100 % autosuficientes y construirse con materiales ecológicos.
Ahorro. Son viviendas más pequeñas y, por lo tanto, más baratas. Se pueden adaptar a personas que quizá no tengan la posibilidad de acceder a una hipoteca o, simplemente, que no quieran destinar el grueso de sus ahorros en una vivienda.
Cuando se trata de arquitectura y creatividad no hay límites. Por ello, que sea una casa de pequeño tamaño no implica que sea aburrida. En el mundo de las tiny houses hay modelos de lo más sorprendentes.