Fecha: 17-11-2020
La clóchina es el hermano pequeño del mejillón gallego o catalán, pero sólo en su tamaño ya que los supera en sabor y en cualidades. Esto se debe a que se cultiva en las aguas valencianas del mar Mediterráneo, que es más salada y nutritiva para el cultivo de este que la del mar cantábrico. Si tienes oportunidad no dudes en probarla, y si te haces con ellas, prepararlas al vapor que es como mejor están.
Un plato muy sencillo y sabroso
Lo primero es limpiar las clóchinas, para ello les estiras las barbas, rascas la cascara con un cuchillo si tiene algo pegado y luego las pasas por el chorro de agua para quitar las impurezas que puedan quedar. Eso es lo que haríamos básicamente en el caso de los mejillones.
En una cacerola honda, con una tacita de agua, unas gotas de aceite, los granos de pimienta y el laurel, vertemos las clóchinas, encima de las cuales exprimimos el limón partido, pero echando los trozos del limón dentro de la cacerola. Lo ponemos a fuego medio, tapamos la cacerola y cuando empiece la ebullición, dejamos que se cuezan durante unos 23 minutos, tiempo tras el cual destapamos y podremos observar que ya se han abierto las clóchinas. Apagamos el fuego y servimos las clóchinas en un cuenco junto con el caldo que hayan desprendido, ya que tiene un intenso sabor a estas y no se puede desperdiciar.